Lamine Yamal es una de las promesas más grandes del fútbol mundial y, a pesar de su corta edad, ya se ha ganado un lugar entre los jugadores más caros del planeta. Con solo 17 años, su valor de mercado se estima en 180 millones de euros, lo que lo convierte en el tercer futbolista más caro del mundo, por detrás de Erling Haaland (200 millones de euros) y Vinícius Jr. (200 millones de euros).
Sorprendentemente, el joven del FC Barcelona está por delante de figuras como Jude Bellingham y Kylian Mbappé, quienes tienen un valor de 160 millones de euros. Este ascenso meteórico en su valor refleja el enorme potencial que se le atribuye, aunque es importante entender qué factores están detrás de esta alta tasación.
Lamine Yamal vale 180 millones con solo 21 goles anotados
Con tres títulos ganados es el tercer más caro
¿Es Lamine Yamal tan bueno o está inflado por la prensa?
Aunque su talento es innegable, algunos críticos y analistas del fútbol se preguntan si realmente es tan bueno como lo pintan o si su valor está siendo inflado por la prensa y la sobreexposición mediática. Es cierto que Yamal aún no ha logrado ganar títulos relevantes ni ha demostrado de manera constante su capacidad en el terreno de juego frente a los mejores equipos del mundo. Sin embargo, el hecho de que tenga apenas 17 años le otorga un margen significativo para seguir evolucionando, y muchas veces la sobreexposición mediática está más relacionada con el marketing de los clubes que con la realidad del campo.
Algunos piensan que la gran valoración de Yamal responde a una tendencia global de inflar a jugadores jóvenes para generar un mercado alrededor de ellos. La presión que enfrenta un jugador joven al recibir una valoración tan alta puede ser tanto una bendición como una maldición. Mientras que su rendimiento futuro podría justificar este precio, la expectativa es tan alta que cualquier pequeño tropiezo podría llevar a que su precio se deprecie. Solo el tiempo dirá si Lamine Yamal es realmente tan talentoso como lo pintan o si su valor ha sido sobreestimado debido a la euforia mediática.