Keylor Navas está viviendo uno de los momentos más complicados de su carrera, no solo en el ámbito deportivo, sino también en el terreno judicial. Tras su llegada a Newell's, el ex portero del PSG y Real Madrid ha visto cómo se le acumulan los problemas legales en Costa Rica, Madrid y Francia.
A sus 38 años de edad, el considerado como uno de los mejores del mundo, es investigado por diferentes problemas en todos los tres países en los que llevado su vida durante los años más recientes.
En Costa Rica le reclaman 150 mil dólares
El ganador de Champions League en tres ocasiones con Real Madrid tiene un problema desde el 2020 en Costa Rica, ya que fue denunciado junto a su esposa por una disputa relacionada con su negocio de electroestimulación, Electro Body Center, que terminó en los tribunales con una reclamación de 150.000 dólares por problemas técnicos con el sistema que vendieron.
Este no es el único problema que tiene en su país, ya que varios directivos de la Federación lo acusaron de amenazar con dejarse perder si no despedían al seleccionador Jorge Luis Pinto con el que después destacaron en el Mundial de Brasil 2014. Pinto declaró que el presidente de la Federación le comunicó que, si él seguía en la selección, los jugadores perderían tres partidos con el objetivo de forzar su salida. Esta situación llevó a que Pinto abandonara su puesto como entrenador tras el Mundial de Brasil 2014.
En Francia lo acusan de esclavitud
En Francia, el portero fue denunciado el pasado verano por un trabajador que lo acusó de mantenerlo en condiciones de explotación, sin contrato y alojado en un sótano húmedo sin ventanas.
La denuncia fue grave, con la defensa del trabajador alegando que se trataba de una situación cercana a la esclavitud moderna, aludiendo incluso a comentarios del propio Navas donde aparentemente se burlaba de las leyes francesas.
En España se peleó con su agente
Mientras que en Madrid, Navas fue condenado en enero de 2024 por romper unilateralmente el contrato con su antiguo agente, Ricardo Cabañas, con una sanción de 250.000 euros más intereses. Además, aún tiene pendiente otra causa en la capital española relacionada con el mismo agente, lo que deja claro que sus problemas judiciales seguirán acompañándolo en el futuro cercano.